

Argentina se convirtió en el tercer equipo de Sudamérica eliminado de la Copa del Mundo 2010, tras caer sin atenuantes ante Alemania por un claro y contundente 0-4.
El cuadro "dirigido" por Diego Armando Maradona, nunca fue rival para un Alemania que presentó un equipo muy parejo en todos sus líneas, que defendía bien y atacaba mucho mejor.
Dos goles de Miroslav Klose (68' y 89'), el máximo goleador en actividad de los mundiales con 14 tantos, uno de Thomas Mueller (3') y otro de Arne Friedrich (74') le dieron al conjunto europeo una inobjetable victoria.
Ni el más acérrimo hincha de Alemania hubiese pronosticado un marcador tan contundente como justo, nadie en su sano juicio hubiese pensado que Argentina se iría del Mundial con una goleada en contra, nadie.
Ni siquiera el "Maradona" de esta Argentina, Lionel Messi, pudo pesar ante los teutones. El 10 argentino pesó poco o nada en la cancha y se convierte en otra de las estrellas que se despide de la Copa sin mostrar su luz, y sin siquiera marcar un gol.
Tras cuatro partidos ganados al hilo, Argentina era -junto a Holanda- uno de los equipos que había conseguido solo triunfos en todos sus encuentros, pero este sábado en el Green Point Stadium se topó con un equipo que le hizo ver todas sus falencias y las aprovechó al máximo.
Con un fútbol sólido, veloz y contundente, Alemania se pone la camiseta de candidato, y aunque los partidos hay que jugarlos, se vislumbra una final europea en Sudáfrica.
El cuadro "dirigido" por Diego Armando Maradona, nunca fue rival para un Alemania que presentó un equipo muy parejo en todos sus líneas, que defendía bien y atacaba mucho mejor.
Dos goles de Miroslav Klose (68' y 89'), el máximo goleador en actividad de los mundiales con 14 tantos, uno de Thomas Mueller (3') y otro de Arne Friedrich (74') le dieron al conjunto europeo una inobjetable victoria.
Ni el más acérrimo hincha de Alemania hubiese pronosticado un marcador tan contundente como justo, nadie en su sano juicio hubiese pensado que Argentina se iría del Mundial con una goleada en contra, nadie.
Ni siquiera el "Maradona" de esta Argentina, Lionel Messi, pudo pesar ante los teutones. El 10 argentino pesó poco o nada en la cancha y se convierte en otra de las estrellas que se despide de la Copa sin mostrar su luz, y sin siquiera marcar un gol.
Tras cuatro partidos ganados al hilo, Argentina era -junto a Holanda- uno de los equipos que había conseguido solo triunfos en todos sus encuentros, pero este sábado en el Green Point Stadium se topó con un equipo que le hizo ver todas sus falencias y las aprovechó al máximo.
Con un fútbol sólido, veloz y contundente, Alemania se pone la camiseta de candidato, y aunque los partidos hay que jugarlos, se vislumbra una final europea en Sudáfrica.
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